BARCELONA
La multitudinaria manifestación que reclama "el cumplimiento del mandato popular del 1-O" tiene lugar en Barcelona.
El acto, convocado por la Plataforma 1 d'Octubre con el lema 'Recuperem l'1 d'Octubre', parte de la plaza de Catalunya y termina ante el Parlament, pasando por la calle de Fontanella, la ronda de Sant Pere y el paseo de Lluís Companys.
Cataluña conmemora estos días el primer aniversario del referéndum unilateral de autodeterminación que tuvo lugar el 1 de octubre de 2017.
En la votación participaron 2,2 millones de personas (un 42% del censo) de las cuales el 90% optó por la opción independentista, lo que según el Gobierno catalán le otorgó el derecho de constituir un Estado independiente en forma de república.
Enfrentamientos entre manifestantes y la Policía en el primer aniversario del referéndum ilegal en Cataluña
Las manifestaciones en Barcelona en recuerdo del primer aniversario del referéndum unilateral de autodeterminación de Cataluña terminaron en disturbios en el centro de la ciudad.
La última marcha, convocada por la Plataforma 1 de Octubre —que integran la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y otras 40 organizaciones, además de los Comités de Defensa de la República (CDR)— transcurrió pacíficamente.
A las 22.00 horas (hora local, 20.00 GMT), ya terminada la convocatoria, los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra (policía autonómica catalana) comenzaron a cargar para desalojar a un grupo de manifestantes que se encontraba frente a las puertas del Parlamento.
Los manifestantes se concentraron frente a las puertas del hemiciclo, obligando a los agentes a entrar en su interior.
Poco después, los policías utilizaron balas de 'foam' (gomaespuma) y cargas con porras para dispersar a los manifestantes.
También se produjeron cargas policiales en Vía Laietana a la altura del Palau de la Música luego de que un grupo de manifestantes decidiese concentrarse frente a la comisaría central de la Policía Nacional para protestar contra las cargas de este cuerpo durante el día del referéndum.
En un vídeo de Betevé, la televisión local de Barcelona, puede verse cómo los manifestantes lanzaron cohetes de pirotecnia contra la comisaría de policía.
Los manifestantes reclaman la dimisión de Miquel Buch, el conseller de Interior de la Generalitat (Gobierno catalán).
El expresidente catalán Carles Puigdemont desautorizó el uso de la violencia por parte de los manifestantes.
"Si van encapuchados no son del 1-O, si utilizan la violencia no son del 1-O: lo hicimos a cara descubierta y pacíficamente, de este modo vencimos, hace un año, a un Estado autoritario", escribió Puigdemont en su cuenta de Twitter.
Si van encaputxats no són de l'1O. Si usen la violència no són de l'1O. El vam fer a cara descoberta i de forma pacífica. D'aquesta manera vam vèncer, fa un any, un estat autoritari. Qui té interès que s'infiltri la violència perdedora allà on hem resistit amb una pau vencedora?
— Carles Puigdemont 🎗 (@KRLS) 1 de octubre de 2018
Y agregó una pregunta: "¿Quién tiene interés en que se infiltre la violencia perdedora allí donde resistimos con una paz vencedora?"
También el presidente del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent, condenó los hechos ocurridos ante la cámara.
"Hay algunas imágenes que no nos ayudan a crecer, al contrario, nos hacen más pequeños", afirmó Torrent en declaraciones a 3/24, el canal de noticias de la televisión pública catalana.
El presidente del Parlamento catalán insistió en que el independentismo "es un movimiento cívico y pacífico".
El presidente del Partido Popular (PP), Pablo Casado, también comentó lo sucedido ante el Parlamento catalán.
"Me duele Cataluña y ver a los totalitarios independentistas tomar las calles y el Parlament", escribió Casado en su cuenta de Twitter al preguntarse "cómo es posible que el Gobierno no haga nada".
El líder de los conservadores españoles aprovechó para volver a exigir la aplicación "del artículo 155 y la ley de partidos para restablecer el orden y destituir a (el presidente catalán, Quim) Torra".
El artículo 155 de la Constitución Española permite al Ejecutivo central, previa autorización del Senado (cámara alta del Parlamento), intervenir una administración autonómica para restablecer la legalidad, y fue activado por vez primera el 27 de octubre de 2017, el mismo día en que el Parlamento de Cataluña declaró su independencia.
Cataluña conmemora estos días el primer aniversario del referéndum unilateral de autodeterminación que tuvo lugar el 1 de octubre de 2017.
En la votación participaron 2,2 millones de personas, lo que supondría un 42% del censo, y un 90% optó por la opción independentista, lo que según el Gobierno catalán le otorgó el derecho de constituir un Estado independiente en forma de república.
El Gobierno central, en cambio, no reconoció la validez de ese referéndum que, además de haber sido ilegalizado por el Constitucional, según Madrid, no cumplió un mínimo de garantías procedimentales.
Un año después del referéndum, los partidos y las entidades soberanistas convocaron diversas manifestaciones y actos conmemorativos, entre otras cosas para reclamar la libertad de sus líderes encarcelados.