MADRID / MILÁN (ITALIA)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, alertó este sábado en Milán (Italia) de que el extremismo nunca es la solución a problemas complejos, y puso como ejemplo de "moderación" su gestión en España, reivindicando los valores tradicionales de la socialdemocracia para reforzar el proyecto común europeo. En España, dijo, "cotiza al alza la responsabilidad y cotizan a la baja la radicalidad y el extremismo".
Sánchez participó en el 'Foro per l´Italia' organizado por el Partido Democrático en Milán y destacó el " honor" de poder estar con la Italia "que no se resigna al miedo ni al desencanto" y que no olvida su historia para no repetirla. Los socialistas españoles, dijo, dan "un paso al frente" con los españoles para recuperar a la Italia "abierta" que Europa necesita.
Explicó que hasta hace pocos meses en España muchas voces decían a los socialistas: " El futuro ya no es vuestro, no nos pertenece. Resignaros. Nunca más habrá un gobierno progresista en España", pero "con constancia y determinación" el PSOE demostró "que el futuro no está escrito, depende de nosotros", y hoy gobierna "a favor de la mayoría social".
Pedro Sánchez en Italia: "Si hay algo que tengo muy claro es que en España cotiza al alza la responsabilidad y cotiza a la baja la radicalidad y el extremismo" https://t.co/NRNvQAy5z9 pic.twitter.com/mENYfTxZ5E
— Europa Press (@europapress) 27 de octubre de 2018
La diferencia entre los socialdemócratas y los "radicales, extremistas", dijo Sánchez, " es que nosotros utilizamos la palabra para dialogar y acordar, y ellos la utilizan para insultar y difamar" porque no tienen proyecto ni ideas políticas.
Sánchez reivindicó la socialdemocracia como heredera de los valores de la Revolución Francesa. De la solidaridad, dijo, y por eso en España se ha aprobado subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI); de la igualdad, por lo que se combate legalmente la brecha salarial: y de la fratermidad, por lo que considera que el riesgo de seres humanos de morir ahogados en el Mediterráneo "nos compromete a todos" y es una realidad que no se puede "ignorar".
España acogió el 'Aquarius', dijo, por solidaridad con esos refugiados pero "sobre todo por solidaridad con un pueblo hermano como es Italia". Por eso mismo, remachó, España reclama esa solidaridad del resto de la Unión Europea.
Aseguró que España avanza " con moderación, con serenidad", demostrando que en el extremismo no están las soluciones a los complejos problemas de las sociedades actuales. En España, dijo, "cotiza al alza la responsabilidad y cotizan a la baja la radicalidad y el extremismo", y todo lo que se está consiguiendo pertenece también a todos los socialdemócratas europeos.
Por muy difícil que sea la situación, dijo a los líderes del Partido Democrático, "nunca claudicaremos", porque la grandeza de los ideales se mide en los momentos duros, "en la adversidad es donde se ve el coraje de una ideología orgullosa de su legado al mundo". Pidió por ello defender los valores progresistas frente a las fuerzas "reaccionarias ancladas en el pasado", y el europeísmo frente a quienes quieren "romper" ese proyecto.
No hay alternativa en " levantar fronteras y avivar el odio", alertó, sino en un proyecto "progresista, feminista y europeísta". "Unos ofrecen lo mismo, lo de siempre, otros quieren romper", y la socialdemocracia quiere, como siempre ha querido, "transformar para avanzar".