MADRID/ El coronavirus no ha impedido que el equilibrio entre la renta de alquiler ofertada y la deseada siga creciendo. La brecha económica entre la oferta y la demanda se situó en 191 euros al mes en 2020, 18 euros más que el año anterior. Esta diferencia supone un esfuerzo extra anual para el inquilino de 2.292 euros anuales, 216 euros más que en 2019. El crecimiento de esta brecha responde a los todavía altos precios del alquiler, a pesar que el inquilino se conforma con menos metros cuadrados.
En este sentido, la casa más buscada en 2019 tuvo una renta media de 450 euros mensuales y 80 metros cuadrados, mientras que en 2020 se mantuvo el presupuesto, pero se rebajó la demanda de superficie a los 70 metros cuadrados. El precio del piso tipo en alquiler pasó de 623 a 641 euros de un año a otro, elevando la brecha del 38% al 42%, marcando este porcentaje el máximo histórico.
Según Ferran Font, director de Estudios de
pisos.com, “la oferta de alquiler residencial se vio favorecida por el trasvase desde el turístico, al que las restricciones de movilidad obligaron a cambiar de público. Además, el auge del teletrabajo ha ido promoviendo el traslado de la demanda de las grandes capitales a sus periferias o a municipios donde es posible obtener más espacio por menos dinero”. Sin embargo, el experto admite que “el fuerte impacto de la pandemia sobre el empleo ha llevado a muchos inquilinos a pactar una congelación o rebaja en las rentas con sus caseros en el mejor de los casos o a incurrir en impago en el peor”. Además, Font recuerda que “hay ubicaciones donde la presión sigue siendo intensa porque muchos compradores están retrasando su paso hacia la propiedad debido a la incertidumbre que planea sobre el futuro laboral”.
COMUNIDADES AUTÓNOMASLos inquilinos redujeron su presupuesto en Cantabria. Al mismo tiempo, lo mejoraron en Asturias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia. Por otro lado, Madrid y País Vasco fueron las autonomías en las que el inquilino estuvo dispuesto a pagar más: 750 euros de media. Les siguió Baleares y Cataluña con 650 euros. En Extremadura y Galicia los inquilinos contaron con menos dinero para el alquiler: 350 euros mensuales. La demanda solo estuvo por encima de la oferta en Castilla-La Mancha (-9%). Aquellas autonomías donde estuvieron los inquilinos más insatisfechos y en las que los caseros tendrían que revisar a la baja sus rentas fueron Madrid (61%), Asturias (51%) y Cataluña (46%).
PROVINCIASLos potenciales inquilinos subieron su presupuesto en 14 provincias, mientras que en tres lo rebajaron. Madrid y Guipúzcoa fueron las provincias con la demanda en alquiler con mayor presupuesto: 750 euros de media. Les siguieron Baleares, Barcelona, Álava y Vizcaya, con 650 euros. En el grupo de las que optaron a un alquiler por 350 hubo 16 provincias. Hubo ocho provincias donde la demanda superó a la oferta. Por encima del 60% estuvieron Madrid (61%) y Las Palmas (61%).
CAPITALESDiez capitales elevaron su presupuesto y cuatro lo bajaron. Donostia-San Sebastián fue la capital en la que la demanda pudo destinar más al alquiler: 850 euros de media. Seis capitales ofrecieron la renta más baja: 350 euros mensuales. Hubo tres capitales donde el precio de salida de la demanda estuvo por encima de la oferta: Teruel (-16%), Toledo (-11%) y Soria (-5%). Las diferencias más abruptas entre oferta y demanda estarían en Las Palmas de Gran Canaria (80%), Madrid (72%), Barcelona (65%) y Málaga (63%).