Récord de ganancias de las grandes cadenas de supermercados mientras las familias no llegan a fin de mes
SANTA CRUZ DE TENERIFE/ Las grandes cadenas de supermercados han reportado ganancias astronómicas en los últimos trimestres, consolidándose como titanes en el panorama minorista. Sin embargo, este éxito financiero no se traduce en un alivio para los consumidores, quienes continúan sintiendo el impacto del constante aumento de precios en sus bolsillos.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ha disparado, marcando un crecimiento constante en el costo de la vida. La cesta de la compra, que incluye elementos básicos como alimentos, productos de limpieza e higiene, no para de crecer en valor. Esta situación ha generado una pérdida de poder adquisitivo entre los consumidores, contribuyendo al empobrecimiento de la población y exacerbando las desigualdades económicas.
Economistas alertan: La relación cliente-distribuidor en riesgo
Expertos en economía señalan que la creciente brecha entre las ganancias de las cadenas de supermercados y los precios al consumidor plantea serias interrogantes sobre la sostenibilidad a largo plazo de este modelo económico. La falta de equidad en la distribución de beneficios entre los distintos actores de la cadena de suministro es un tema que no puede pasarse por alto.
Según el economista Alberto Pérez, "La relación entre las grandes cadenas de supermercados y los consumidores se está volviendo cada vez más desequilibrada. Mientras las ganancias de las empresas aumentan, los precios continúan subiendo, lo que pone en riesgo la estabilidad financiera de los hogares y la cohesión social".
Explotación en la cadena de suministro: agricultores y ganaderos ahogados
Una de las preocupaciones más destacadas es la remuneración insuficiente que reciben los agricultores y ganaderos por sus productos. Las grandes cadenas de supermercados imponen precios bajos a los proveedores, lo que lleva a una explotación económica de los productores primarios.
Santiago Hernández, representante de una asociación de pequeños agricultores y ganaderos, denuncia: "Nos pagan una fracción mínima de lo que realmente vale nuestro trabajo. Las cadenas de supermercados obtienen enormes márgenes de beneficio a expensas de la precarización de quienes producen los alimentos".
Un llamamiento a la equidad y la sostenibilidad
En resumen, el crecimiento desmedido de las ganancias de las grandes cadenas de supermercados, combinado con el aumento constante de los precios para los consumidores y la explotación de los productores primarios, plantea serias dudas sobre la viabilidad a largo plazo de este modelo económico.
Es imperativo que se tomen medidas para promover una distribución más equitativa de los beneficios a lo largo de toda la cadena de suministro. Solo así se podrá garantizar una economía más justa y sostenible, donde tanto los consumidores como los productores puedan prosperar en igual medida.
