ADEJE/ El pleno del Ayuntamiento de Adeje, en Tenerife, se convirtió en escenario de un intenso debate ayer, cuando Gabriel González, concejal de Podemos, defendió una moción para paralizar las obras de la urbanización Cuna del Alma en el Puertito. La discusión se centró en la legalidad y las implicaciones ambientales de este controvertido proyecto, que ha generado preocupación entre los residentes y activistas medioambientales.
González destacó la ilegalidad de las obras y señaló las graves consecuencias que la construcción de la urbanización tendría para la diversidad y las especies protegidas de la zona. Sin embargo, su intervención fue recibida con críticas por parte del alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, quien desestimó las preocupaciones ambientales y defendió el proyecto con vehemencia.
En un momento tenso del debate, Rodríguez Fraga lanzó un comentario controvertido al afirmar que no se podían paralizar unas obras por "una viborina triste, un escarabajo negro y tres moscas muertas". Además, el alcalde expresó que el modelo de desarrollo representado por la urbanización Cuna del Alma es el modelo que quiere para toda Canarias.
Los portavoces de Coalición Canaria y el Partido Popular en el Ayuntamiento de Adeje respaldaron los argumentos de Rodríguez Fraga y votaron en contra de la propuesta de Podemos. Esta postura generó un fuerte rechazo por parte de los defensores del medio ambiente y la sostenibilidad, quienes acusaron a los partidos mayoritarios de priorizar intereses económicos sobre la protección del entorno natural de Canarias.
El debate refleja las tensiones existentes en Canarias entre el desarrollo urbanístico y la conservación del medio ambiente, así como la división de opiniones dentro de la clase política respecto a estos temas. Mientras algunos defienden el crecimiento económico a cualquier costo, otros abogan por un desarrollo sostenible que respete y proteja los recursos naturales de las islas.