OPINIÓN/ FERNANDO RUIZ/ En las elecciones europeas del próximo 9 de junio, Canarias se juega mucho más que el simple reparto de escaños. Se juega su futuro como territorio de paz y solidaridad, y es crucial que los canarios comprendan la importancia de votar opciones de izquierda que defiendan estos valores fundamentales.
Canarias, como región ultraperiférica, depende en gran medida de las políticas que se deciden en el seno de la Unión Europea. Asuntos clave como la inmigración, la ley de residencia para garantizar el acceso a la vivienda para todos los canarios, y las especificidades económicas del archipiélago se debaten y se determinan en Europa. Es vital, por tanto, que nuestros representantes en el Parlamento Europeo sean voces comprometidas con la justicia social y la defensa de nuestros derechos.
La inmigración es un tema especialmente delicado para Canarias, que ha sido un punto de entrada para muchas personas que buscan una vida mejor. Necesitamos representantes que promuevan políticas de acogida y solidaridad, que respeten los derechos humanos y que trabajen para que Canarias siga siendo una tierra de esperanza y refugio. Votar por opciones progresistas es votar por una Europa que no cierra sus puertas a quienes más lo necesitan.
La ley de residencia es otro aspecto crucial. Para garantizar que todos los canarios tengan acceso a una vivienda digna, necesitamos políticas que regulen el mercado inmobiliario y que protejan a los residentes de la especulación y el abuso. Los partidos progresistas están comprometidos con la defensa de estos derechos y con la implementación de medidas que aseguren el bienestar de todos los ciudadanos.
En cuanto a las especificidades económicas de las islas, es fundamental que nuestros europarlamentarios defiendan los intereses de Canarias en la UE. Desde la gestión de fondos europeos hasta las políticas de desarrollo regional, cada decisión cuenta para el progreso y la sostenibilidad de nuestro archipiélago. Las opciones progresistas están alineadas con la protección del medio ambiente y el desarrollo económico justo, elementos esenciales para nuestro futuro.
Además, es imprescindible votar a partidos feministas que garanticen un aborto libre y seguro en toda Europa. Los derechos de las mujeres son derechos humanos, y necesitamos representantes que luchan por la igualdad de género y la autonomía de las mujeres sobre sus propios cuerpos. Las políticas regresivas que intentan socavar estos derechos deben ser firmemente rechazadas.
También es urgente votar por partidos pacifistas que se comprometan a acabar con el genocidio en Gaza y que trabajen por la paz y la justicia internacional. Europa debe ser un actor global que promueva la resolución de conflictos a través del diálogo y la cooperación, no mediante la violencia y la represión.
Los derechos de las personas LGTBI en toda Europa siguen estando en riesgo. Es fundamental votar por partidos que defiendan la igualdad y la dignidad de todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género. La discriminación y el odio no tienen cabida en la Europa que queremos construir.
De todas las opciones, la única que garantiza la defensa de todos estos valores es Podemos, liderada por Irene Montero en estas elecciones europeas. Montero ha demostrado su compromiso con la justicia social, los derechos humanos y la igualdad en su trayectoria política. Su liderazgo es una garantía de que nuestros intereses y valores serán defendidos en el Parlamento Europeo.
El próximo 9J, votar por opciones progresistas no es solo un acto de responsabilidad, sino también una declaración de principios. Es un voto por una Canarias solidaria, pacífica y justa. Es un voto por una Europa que respeta y protege a todos sus ciudadanos. Votar por Podemos y por Irene Montero es votar por el futuro que queremos y merecemos.