El genuflexo Clavijo miente pero no engaña, en su postura de apoyo a empresarios
Por una vez, y no del todo, voy a salir en defensa de ese bergante, simplón y embustero, encaramado a la presidencia del gobierno, dicen que autonómico, de Canarias. Mucha gente ha expresado su justa calentura, por las cínicas declaraciones del genuflexo Clavijo, cuando el esforzado diputado de Podemos, Juan Márquez, le afeara que propale a los cuatro vientos, como un atributo favorable, atractivo para la inversión en Canarias, las condiciones de abuso leonilo que sufren las trabajadoras y los trabajadores en este archipiélago desafortunado.
Y yo digo, en cambio, que el genuflexo Clavijo, embustero compulsivo, como el conocido godo de los guerrianos Cuentos de Pepe Monagas, no engaña a nadie. El genuflexo Clavijo, desde su etapa, primero como mayordomo servil de Oramas, después como alcalde heredero de La Laguna, y también en su campaña y funesta gestión presidencial, siempre se ha mostrado como un gaznápiro discípulo de Friedman, como un fervoroso muchacho de Chicago, como un seguidor escrupuloso de las hazañas de Pinochet y Tatcher, como un creyente sin fisuras de ese pretendido dogma teórico económico que reza que si las empresas prosperan, la sociedad prospera también. Porque el neoliberalismo vende la falaz imagen del empresariado, coomo si fueran angélicas cohortes, que derraman riqueza sobre las gentes.
Este totorota economista insiste en la trola suprema del neolieralismo. Eso de que "las empresas son las que crean empleo". Es mentira. Lo que crea empleo es la actividad económica. las empresas emplean cuando hay tarea en la que ocupar a la gente. Y las malas empresas, como la mayoría de las canarias, emplean lo menos que pueden, abusando de su personal, pagándole mal y obligándole a trabajar más por una miseria.
Per en eso está el neoliberal Clavijo, genuflexo, no solamente ante la monarquía española, cosa de menor interés que solamente demuestra que el hombre es un velillo ominoso; sino ante las empresas, que es lo que de verdad hace daño a Canarias y a nuestra gente, a ustedes y a mí.
El genuflexo Clavijo se postra frente a la patronal canaria. No importa que la evidencia de los hechos demuestre que quienes dirigen las empresas canarias sufren de una bobería integral y de una codicia insufrible. No importa que la historia, la estadística y Cáritas ratifiquen, día a día, que la economía canaria está conducida con la vista únicamente puesta en el beneficio de unas pocas personas, las oligarquías insulares y, sobre todo, de las empresas que controlan y malbaratan los recursos canarios en su propio interés. Que en Canarias, más de dos tercios de la población activa. o no tienen trabajo, o lo tienen de miseria, o sobreviven en condiciones insultantes con bajos salarios y largas jornadas.
El genuflexo Clavijo, contumaz y alevoso, se mantiene en su miserable posición. De rodillas, ante el tabernáculo empresarial que chupa la sangre, el sudor, las lágrimas y las perras canarias.
CHEMA TANTE
