MADRID/ El ex vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha vuelto a generar controversia con sus declaraciones sobre el papel del jefe del Estado, Felipe VI, en los viajes oficiales realizados con miembros del Ejecutivo. Iglesias ha asegurado que el monarca ha intervenido políticamente en estos actos, contradiciendo el protocolo que establece que el Gobierno es el encargado de hablar en nombre de España.
"Felipe VI nos ha vacilado muchas veces. ¡He estado en reuniones con él en Latinoamérica y no nos daba la palabra! Oiga, usted es el jefe del Estado, pero después quien habla en nombre de España es el Gobierno. Miraba a [Arancha] González Laya, como diciendo: ¿Qué cojones es esto?", afirmó Iglesias en una reciente intervención.
El ex dirigente de Podemos también señaló que el rey tiene una ideología "claramente de derechas" y que su actitud en los encuentros diplomáticos refleja una voluntad de marcar una posición política más allá de su papel institucional.
Las declaraciones de Iglesias han reabierto el debate sobre el papel que debe desempeñar el monarca en la representación de España en el exterior. Según el artículo 56 de la Constitución Española, el rey es el jefe del Estado y su función es "arbitrar y moderar el funcionamiento de las instituciones", actuando con neutralidad política.
Sin embargo, las críticas de Iglesias han avivado las posturas que cuestionan el nivel de implicación de Felipe VI en cuestiones políticas y diplomáticas. Desde sectores republicanos, se ha interpretado esto como una muestra más de la necesidad de reformar el papel de la Corona, mientras que desde el ámbito conservador se defiende el papel del monarca como garante de la unidad y estabilidad del Estado.
Por el momento, la Casa Real no ha emitido ninguna respuesta a estas declaraciones, aunque se espera que el debate continúe en el ámbito político y mediático en los próximos días.